Estos últimos días he estado pensando en la culpa. Todo tiene que ver con una plática que tuvo con un amigo, en el trabajo (el mejor lugar para divagar). Háblabamos de la calidad moral para enjuiciar a otros, aunque sea el chingado imperio gringo. El punto era: cómo se le puede aplicar un embargo a Estados Unidos a los productos (hormiga, de uno en uno).
La culpa salió y él me decía hay algunos que en un gesto heroico de absoluta buena conciencia solamente lo harán para acallar su mediocre idem). El pepe grillo funciona en dos sentidos, ahora lo he pensado con más detenimiento. Puede hacer que algunos simplemente caigan en el más vil conformismo pero a otros les va a atenazar el no haber podido hacer algo. En algún lugar leí que todos somos culpables y que sin embargo la culpa no se reparte en proporciones geometricas. Supongo que eso te puede hacer que actúes y te vayas por la vida encontrando pequeñas culpas por lo que no quieres que suceda. Pinche sistema cultural: te da valores y luego se pasa toda la vida tumbándoles cualquier validez. A menos claro que seas un presidente del PRI; quien aprende la lección rápidamente. Me imagino qué se siente estar todo el tiempo seguro de uno mismo. Seguro de uno mismo, igual a inocente, igual a haz lo que quieras. Eso, realmente eso, es poco menos que un Torquemada.
No me confundan, no hablo de la culpa cristiana, que esa la abandoné como a los doce años cuando veía un monito todo agujerado dizque por mi "culpa" (y olvídense de los chistes de las catequistas, carajo). Es demasiado problema para tener una década. Supongo que ahora sí soy muy culpable, pero ya lo dijo el revolucionario Jesucristo: el que esté libre de pecado que se aviente la primera piedra. ( y Maria no cuenta)
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