Hace un año el impacto que la noticia de la tragedia en la Guardería ABC me retorció el estomago y me entristeció el corazón. A pesar de que todos los días, ya desde hace mucho tiempo, las noticias de muerte en el país inundan los medios, no hay nada mas dificil y triste que enterarse de la muerte de 49 ángeles que cambiaron de guardería, de la ABC a la Guardería del Cielo.
Hace un año me resistí a escuchar los testimoniales de padres y maestros que estuvieron afectados por el incendio en la Guardería ABC, la razón es muy sencilla, soy papa y como padre de un hijo te inunda el miedo, el terror de imaginarte que tu podrías estar en los zapatos de estas muchas familias afectadas por el incendio, muchas con remedio y 49 sin vuelta de hoja.
Pero ayer en la noche quise ir a apoyar un rato con mi tiempo y compañía a los padres víctimas de esta terrible tragedia. Y como era de esperarse, al ver las fotos acompañadas de veladoras de los niños de la guardería ABC, niños que no volverán a sonreír, el corazón se me partió en pedazos y las lágrimas rodaron por mis mejillas. El ver a los padres de esta tragedia que hirió en lo más profundo al país entero, me lleno de miedo y desesperanza.
¿Y a un año de la tragedia que han hecho las autoridades?... ¡nada, absolutamente NADA!, es obvio que ninguna cantidad económica remplazará a los niños, y que culpar a nadie no los regresará, pero estoy seguro que mucho aliviará a los padres el saber que los culpables, la cadena de culpables sea responsabilizada y enjuiciada por sus delitos.
¿Acaso siempre viviremos pensando que es una utopía el que los asesinos, corruptos e irresponsables gobernantes se salgan con la suya?
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